jueves, 8 de julio de 2010


...pero puede que te encuentre últimamente, entre tanto me confundo con la gente. De un tiempo lejano a esta parte ha venido perdido, sin tocarme la puerta, recuerdo entrometido, de un tiempo olvidado ha venido un recuerdo mojado de una tarde de lluvia, de tu pelo enredado. ¿Para qué contar el tiempo que nos queda? ¿Para qué contar el tiempo que se ha ido? Sólo sé que no sé nada de tu vida, sólo me colgué una vez en el pasado, presenté mis credenciales a tu risa, y me clavaste una lanza en el costado, creo que no te dejé jugar con fuego, sólo nos dijimos cosas al oído, y si un día te encontrare una mañana, será posible, será dormido...

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