domingo, 29 de mayo de 2011

El otro dia leí en un blog, que si me acordara cual era lo pondría con todo el gusto del mundo, "madurar es de frutas". Me quedo muy grabada la frase, primero porque me causo mucha gracia y segundo porque esta chica tenia toda la razón del mundo. La palabra madurar es tan subjetiva y relativa como lo que nosotros podemos llegar a pensar que es madurar. Para mi madurar puede ser una cosa y para otro puede ser otra completamente distinta, ¿Quien soy yo para decir si el otro es maduro o no? ¿Quien es el otro para decir si yo soy madura o no? Para mi alguien que tenga ciertas cualidades o rasgos de personalidad puede ser alguien muy maduro, pero esas mismas características pueden ser vistas por otra persona como cosas irrelevantes o fuera de lugar. Creo que la equivocación esta en la palabra "madurar", que sinceramente no tengo idea porque otra palabra debiera ser sustituida, pero en estos momentos me resulta tan banal el debate maduro-inmaduro, y mas con personas que no valoran las características que yo tomo en cuenta, lo cual no quiere decir que ellos esten equivocados ni que yo lo este. Creo que la medida justa es encontrar personas que  valoren los mismos rasgos, o al menos parecidos, en los demás para no tener que enfrentar este tipo de conflicto que es inevitable en todo tipo de relación, pero mas que nada la clave de todo esta en no exigir, en no demandar madurez en los demás, porque es tan subjetivo y frustrante como exigir la verdad, y despues de todo, la semántica no miente: Madurar es de frutas.

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