viernes, 3 de junio de 2011

"Esperando que pase la noche y volvamos a repetir el ciclo, un poco de charla, mates, tele basura, así por aproximadamente una semana hasta que las ojeras y el pelo sucio me permitan volver a salir a la calle. Mientras tanto canalizo mis instintos histéricos escribiendo a lo loco. Lo único que tiene de bueno un corazón roto es que le gusta hablar. Nadie en su sano juicio tiene ganas de refregarle a media internet lo bien que le va en la vida. Pero todos con el corazón roto corremos a contarle a vaya a saber quién que en alguna parte del mundo alguien también hace pucheritos cuando mira un capítulo viejo de Glee."

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