viernes, 16 de septiembre de 2011

Pueden pasar 30 años, estar meses sin hablarnos, años sin vernos, enojarnos, odiarnos, hacer lo que sabemos que el otro detesta, escuchar canciones tratando de sacar ese pensamiento de nuestra cabeza, escribirnos con mayúsculas, hacernos los superados, sentirnos superados, negar la existencia del otro, de esto, de todo, pero los dos sabemos perfectamente que no es ningún capricho, que no es ningún juego, sabemos que va a llegar el momento, nuestro momento, nuestro presente, que no es hoy, ni mañana ni pasado. Sé que puedo estar con mil personas, que vos podes amar otras mil, pero nos gusta decir que es porque necesitamos ordenar nuestras cosas, nuestras prioridades, ordenarnos. Y a pesar de todo eso, concientemente, nunca dejamos de saber o nos encanta creer, que cuando estabamos juntos, y solamente en ese pedacito de universo, los dos nos sentiamos en el lugar y en el momento indicado.

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