domingo, 17 de octubre de 2010


Yo no me olvido de todo lo que me diste, te lo digo con una mano en el corazón. Que no es fácil poder hacer el bien sin mirar a quien. No necesitamos nada de lo que perdimos, pero no teníamos nada, pero nada que ver. Sólo confío en su voz, sólo le creo a esa única voz, porque te ganaste el cielo y nos cubriste a los dos. Y no me olvido de tus caricias, y no me olvido de tu dolor, que pensaste en nosotros primero, no te acordaste sólo de vos, para que hubiera para almorzar y que tuviéramos en que soñar, no lo dudes, de todo eso no me voy a olvidar

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